He dado lo mejor que soy, que tengo
I have given the best that I am, that I have.
A Nelson Mandela
Llevo días sintiendo la depresión, el resentimiento y el enojo fortaleciéndose, creciendo dentro de mí como una enredadera venenosa. Estoy abrumado por las deudas, por la incertidumbre, porque otra vez estoy sin un cinco. Los síntomas son evidentes: cuando ya no estás disfrutando las cosas que te gustan hacer, oír, ver, la cosa anda mal. Si se apareciera una persona en mi casa con algún tipo de opiáceo, a lo mejor lo tomaría. Pero miento, porque tengo ansiolíticos recetados para poder dormir. De hecho podría drogarme con esos medicamentos para sedar esas emociones. Pero no, tengo que enfrentar esas emociones, vomitarlas. Es difícil. La tentación de sedarse para no sentir nada es fuerte, pero por experiencia sé que se pueden ir por unas horas para regresar aún más fuertes. Luego, existe ese maldito cliché de que “no te quejes, hay personas que la están pasando peor”; y de repente ves en “facebook” la foto sensiblera de un niño africano sufriendo de hambruna dándole la mano a un hombre blanco y el que publica ese “post” escribe “por favor no te quejes”. Ahí entraría la expresión popular “mal de muchos, consuelo de pendejos”. Una cosa es poner tu situación en su justa dimensión y otra muy diferente es esa cultura de hacerte sentir culpable, como si uno no tuviera el derecho a sentirse mal, hay que negar esas emociones y agradecerle a dios que no estás en el lugar de ese niño. Ves las noticias (en estos momentos las estoy evitando en la medida de lo posible a pesar de mi adicción a la información) y la depresión aumenta al ver la miseria, la mezquindad del orden establecido. Es más, yo creo que las telenovelas, los programas como “laura”, los noticieros de sucesos, de nota roja, el propio futbol son sedantes, escapes, exaltan el morbo para que pienses: “ves, hay muchas personas que están peor que tu, no te quejes”. Y ahí anda la masa regodeándose en las tragedias de otros. En mi caso, muchas de las desgracias de otras personas que me han tocado ver en vivo, dramáticas, lo que me provocan es compasión y empatía. Yo me pregunto cómo sería yo (con los mismos talentos, potencial) si hubiera nacido en una zona marginal, llena de pobreza y violencia, seguramente, conociéndome, estaría más que emputado y resentido con el orden establecido, seguramente militaría en un grupo subversivo y violento.
Luego, ayyy, esas personas, que sin mala intención te dicen: “Oye tienes muchos talentos, no los desperdicies, has algo, tienes que hacer un plan, échale huevos”. “Si fuera tu “YO” haría tal cosa o tal otra”. Obviamente estas personas por ignorancia o por egocentrismos carecen de empatía. No se dan cuenta que están arrinconando a la persona, la están haciendo sentirse peor, culpable, estúpida, sientes que estás tirando a la basura tus capacidades. Uno empieza a flagelarse: cómo puedo sentirme así si tengo talentos, si no soy un idiota, debería estar agradecido con dios y el universo por todo lo que me ha dado. Soy el único culpable de mi situación. Termina uno precipitándose con mayor rapidez al hueco sin fondo, a ese infierno de culpa, de ansiedad, de angustia, de resentimiento, de enojo con uno mismo, a buscar culpables de tu destino, a autonconmiserarse. A preguntarse qué pinche “karma” estoy pagando. Si de verdad es cierto que no se mueve ni una hoja sin la voluntad de dios, entonces yo pienso, que putas soy, un títere; un patriarca misógino está manipulando los hilos de mi destino. ¿ Pero y el libre albedrío? Si claro que lo tienes, siempre y cuando sigas las reglas de los “representantes” de los distintos dioses en la tierra. Si te sales del redil, caerá sobre ti la ira de los dioses. Al final del día, trato de no tomarme muy en serio y trato de refugiarme en el fino sarcasmo de “Los Simpson” o “Futurama” y casi siempre me sacan una sonrisa, pues “la comedia humana” llega a ser tan absurda que no queda otra que reírse por lo menos por unos segundos. Y finalmente brindo por todos los seres humanos talentosos que murieron en el anonimato, o que se suicidaron por dignidad o por debilidad ante la incapacidad de adaptarse al sistema. Mis respetos.
A pesar de todo esto que les cuento, y aunque hay momentos en los que la esperanza desaparece, hoy es cumpleaños de Madiba. Y más allá de su resiliencia como individuo, de su alma tan admirable, de su metamorfosis del resentimiento y enojo de su juventud a la sabiduría, a la iluminación del amor. Queda una idea, una esperanza, que rebasa al propio Madiba. Parafraseando a mi amiga Verónica, Madiba lanza una idea que en principio parece una locura total: propone el perdón de lo imperdonable. Esa idea es vital tanto a nivel interno, como externo, porque da la oportunidad de la reconciliación con uno mismo, con nuestros semejantes. Da la oportunidad de enmendar los errores, nos da viabilidad como individuos y como sociedad. ¡Gracias Madiba!
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I have given the best that I am, that I have.
To Nelson Mandela
I’ve been feeling these days depression, resentment and anger, growing inside me stronger, like a poisonous vine. I am overwhelmed by debt, by uncertainty, because again I'm without a penny. The symptoms are obvious: When you're not enjoying the things you love to do, hear, see, something is definitely wrong. If someone showed up at my house with some type of opiate, maybe I would take it. But I lie, because I have anxiety prescription pills to sleep. In fact I could get high with these drugs to sedate those emotions. But no, I have to deal with those emotions, vomit them. It’s difficult. The temptation to be sedated, to feel nothing is strong, but from my experience I know that for a few hours they disappear to come back even stronger. Then there's that damn cliché that "do not complain, some people are having it worse" and suddenly you see on "facebook" a corny photo of an African child suffering from famine shaking hands with a white man and the one who published this "post" writes "please do not complain". Here comes the popular expression "tragedy of many consolation for idiots”. One thing is to put your situation in its proper perspective and quite another the culture of guilt to make you feel guilty, as if one has no right to feel bad, you have to deny those emotions and thank god you're not in the place of that child. If I watch the news (I’m currently avoiding them as far as possible despite my addiction to information) and depression increases to see the misery, meanness of the established order. Moreover, I think that soap operas, programs like "laura", red notes, the football itself are sedatives, leaks, to exalt the morbosity to think, "You see, there are many people that are worse than you, do not complain”. And there goes the mass gloating in the tragedies of others. In my case, many of the misfortunes of others that have touched me, that I have witness in first hand, dramatic, what provokes me is compassion and empathy. I wonder how would I be (with the same talents, potential) if I was born in a poor area, full of poverty and violence, probably, knowing me, I'd be more than pissed off and resentful with the established order; certainly I would militate in a subversive and violent group.
Then, ayyayay, those people, who without malice they say, "Hey, you have many talents, do not waste them, do something, you have to make a plan, have “cojones”. If “I” were you “I” "would do such a thing or such other". Obviously these people out of ignorance, lack of empathy or egocentric states, they do not realize they are cornering the person, are making you feel worse, guilty, stupid, that you're throwing away your abilities. One begins to flagellate oneself: how can I feel this way if I have talent, if I'm not an idiot, I should be grateful to God and the universe for what they have given me. I'm the one to blame for my situation. Ending one rushing faster through the bottomless hole, this hell of guilt, anxiety, anguish, resentment, anger at oneself, blame your destiny, auto-commiserate. And wonder what shity "karma" I'm paying. If indeed it is true that not even a leaf moves without the will of God, then I think, what the fuck am I, a puppet, a misogynist patriarch is manipulating the strings of my fate. But what about free will? Yes of course you have it, if you follow the rules of the "representatives" of the different gods on earth. If you leave the herd, the wrath of the gods will fall upon you. At the end of the day, I try not to take myself too seriously and try to take refuge in the fine sarcasm of "The Simpsons" or "Futurama" and almost always they make me smile, because "the human comedy" is so absurd that one don’t have no choice but to laugh at least for a few seconds. And finally here's to all talented humans who died in anonymity, or who committed suicide by dignity or weakness to the inability to adapt to the system. My respects.
Despite all this that I'm telling you, and although there are times when hope disappears, today is the birthday of Madiba. And beyond his resilience as an individual, his admirable soul, his metamorphosis of resentment and anger in his youth to wisdom, to enlightenment of love. It is an idea, a hope, which exceeds Madiba himself. To paraphrase my friend Veronica, Madiba launch an idea that at first seems completely insane: offers the forgiveness of the unforgivable. That idea is vital both internally and externally, because it gives the opportunity for reconciliation with oneself, with our neighbors. Give us a chance to make amends, gives us viability as individuals and as a society. Thank you Madiba!
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