La celda de espera/The waiting cell
Siento que estoy cayendo. Me encuentro muy aprehensivo. Me siento como un perro golpeado, desconfiado y arrinconado que a la menor provocación muerde. Me siento en una celda esperando a que me corten la cabeza. Aguardando la notificación de desalojo. Ahorita debería estar en una clase de Yoga, pero simplemente no pude ir. No me quiero exponer a consejos o lecciones de vida o a ninguna competencia de quién ha sufrido más, o si hay otras personas en peores situaciones que la mía, o alguna frase religiosa y no quiero contagiar la amargura que traigo. El domingo recibí un correo de un tipo –que alguna vez fue familia- en el que me solicitaba que ya no le enviara el enlace de este “blog”. Y confieso que me afectó bastante, pues yo sólo quería acercarme a él. Este señor es un tipo muy “exitoso” dentro de los estándares sociales. De hecho en su biografía de “Wikipedia” se describe como filántropo, pero siento que sólo es un adjetivo más para alimentar su inagotable soberbia. Así me despedí del domingo, enojado, desanimado, sin ganas de comenzar una nueva semana.
Y bueno, como dicen los “newagers” ya había programado mi lunes, como uno negro. Por lo menos tuve la energía de leer algunas cosas edificantes y hacer una obra que describía mi estado: “Diluido y roto”. También hablé con la persona que vendió el carro y me prometió que hoy me iba a pagar lo que me debe y que iba a hablar con el comprador para que pagara la deuda, pues yo le advertí que la cosa se iba a complicar innecesariamente si entraba el proceso judicial. Dudo que pase algo en ese aspecto, como les conté, llevo más de un mes en la misma vaina.Y termine el día buscando y arreglando fondos para mis obras y vi una película –pude mantener la atención y hasta me agrado-. Finalmente logré hacer algunas cosas. Logré evitar entregarme al aislamiento total, pude separarme de la cama. Antes de irme a dormir tuve que matar una horda de hormigas que había invadido mi celda. También pensaba sobre el deterioro que está sufriendo un familiar, lo que me tiene bastante inquieto, pues todavía no resolvemos varios asuntos para que este ser tan querido esté sin estrés, sin preocupaciones. Se lo merece con creces.
Mañana planeo ir por enésima vez a migración a ver si por fin me renuevan la residencia. No tengo muchas esperanzas, pero tengo que hacerlo antes de que expire la mensualidad del Seguro Social, porque es indispensable para la renovación y después del vencimiento no sé cuando pueda pagar la mensualidad. Hoy martes 30 de julio el único plan que tengo por ahora es terminar de compartir estas líneas y después no sé. A lo mejor “decreto” que voy a ser feliz y “reposteo” que la “abundancia me va a llegar en 4 días –so pena si no lo hago, pues mi castigo será feroz, escasez eterna-, que no tengo miedo, que no me voy a juzgar a mí ni a otros, que el amor me va invadir, que voy a estar conectado con la naturaleza, con el mundo, con las grandes almas que deambulan en el inconsciente colectivo...
Cuando mi madre se casó por tercera vez nos fuimos a la cd. de México. Yo nunca me adapté. De ir al Liceo Franco Costarricense –donde hasta vacas había-, me trasladaron a una urbe avasalladora. Dos horas para llegar al Liceo Franco Mexicano, el cual era como una prisión. Además mis hermanos y yo, por lo menos era lo que sentía yo, eramos como de segunda. Por contarles un ejemplo: mi padrastro contaba con caballos y motos. Mis dos hermanos estaban muy chiquitos, creo que a mi hermana nunca le ha gustado ese tipo de aventuras, pero a mi pues se me caía la baba y mi papel se reducía al de espectador silencioso viendo como se divertían mis hermanastros. La cosa es que no pude aguantar y cuando estaba por morir mi abuelo materno venimos a Costa Rica. Apenas alcanzamos a verlo morir. El fue mi figura paterna, el dolor fue intenso. Resolví quedarme en Costa Rica, pues no soportaba mi realidad en México. Les cuento esto, porque yo tenía un amigo desde el kinder, Enrique Alvarez, a pesar de que me tuve que cambiar de escuela por vergüenza (pues me atrasaron un año por el desfase de los años escolares entre México y Costa Rica), seguimos siendo los mejores amigos. Una tarde me fui a jugar maquinitas y “pinball” a “Mundo tico”, en el Centro Colón, con una platilla que le robaba a mi abuela, pues era como una adicción. Cuando regresé a la casa mi abuela me dijo que Enrique me había llamado. Le regresé la llamada, ya se había ido. Se fue de pesca con su tío y otras personas y me había llamado para invitarme. Estaba realmente molesto. Al día siguiente mi abuela me despertó con cara de drama. Mi amigo había muerto, le cayó un alud de tierra. Desde entonces he maldecido tantas veces las pinches maquinitas ¿por qué no fui con él? ¿por qué no me fui con él?
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The waiting cell
I feel like I'm falling. I am very apprehensive right now. I feel like a beaten dog, suspicious and cornered, at the slightest provocation I will bite. I feel siting in a cell waiting for my head to be cut off. Awaiting the eviction notice. Right now I should be in a Yoga class, but I just could not go. I do not want to be expose to advice or life lessons or competition of who has suffered more, or if there are other people in worse situations than mine, or some religious phrase and do not want to spread the bitterness I have. On Sunday I received an email from a guy who was once family, in which he requested that I no longer send him the link of this "blog". And I confess that affected me a lot, because I just wanted to get close to him. This man is a very "successful" in social standards. In fact in his biography of "Wikipedia" is described as a philanthropist, but I feel that’s only an adjective to feed his endless arrogance. So I left Sunday, angry, depressed, not wanting to start a new week.
Well, as they "newagers" say I had already decreted my Monday, a black one. At least I had the energy to read some uplifting things and make a piece describing my state: "Diluted and broken". I also talked to the person who sold the car and he promised that today he would pay what he owes me and he would talk with the buyer so he will pay the debt, then I told him that the thing was going to complicate unnecessarily if entered the judicial process. I doubt anything will happen in that aspect, as I told you, I have more than a month in the same shit. And I finish the day looking and arranging backgrounds for my work and I saw a movie-I could maintain attention and liked it-. I finally managed to do some things. I managed to avoid surrender, total isolation, I could separated myself from the bed. Before I went to sleep I had to kill a horde of ants that invaded my cell. I also thought about the deterioration that a family member is suffering, what has me quite worried, as yet we haven’t been able to resolve several issues of hers, my beloved member of our family, so she can live without stress or worries. She deserves that.
Tomorrow I plan to go for the umpteenth time to migration to see if I can renew my residence. I have not much hope, but I have to do it before the monthly Social Security expires, because it is essential for renewal and after expiration I don’t know when I will be able to pay the monthly fee. Today, Tuesday July 30 the only plan I have for now is to finish and then share these lines, then I don’t know. Maybe "decree" that I'll be happy, "repost" that "I will get abundance in four days -because if I don’t, my punishment will be fierce, eternal shortage-, that I have no fear, that I will not judge me or others, that love will invade me, that I'll be connected with nature, with the world, with the great souls who wander in the collective unconscious ...
When my mother married for the third time we went to Mexico city. I never adapted. I use to go to the “Liceo Franco Costarricense” -where they even had cows-, then I moved to a overwhelming city. Two hours to get to the “Liceo Franco Mexicano”, which was like a prison. Also my brothers and I, at least that was what I felt, were like second class sons. An example: my stepfather had horses and motorcycles. My two brothers were very young, I think my sister has never liked that kind of adventure, but I was drooling, and my role was that of silent spectator, just wacthing my stepbrothers having fun. The thing is that I could not hold on and when my grandfather was dying we came back to Costa Rica. Just reach to watch him die. He was my father figure, the pain was intense. I decided to stay in Costa Rica, I could not stand my reality in Mexico. I tell you this story: I had a friend since kindergarten, Enrique Alvarez, although I had to change schools because of embarrassment (for I have delayed one year by the school years gap between Mexico and Costa Rica), but we remain best friends. One evening I went to play videogames and "pinball" to "Mundo tico", at “Centro Colón”with some money that I stole from my grandmother, it was like an addiction. When I returned home my grandmother told me that Enrique had called me. He went fishing with his uncle and other people and he called to invite me. I called him back, but he had already left. I was really pissed. The next day my grandmother woke me up with a drama face. My friend had died, a landslide dropped on him. Since then I have cursed many times the fucking arcades, why I was not with him? Why I didn't go with him?
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